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Cuadernos lindos

¿Cómo influye el tipo de alimentación de los niños en el desarrollo del habla?

Algunos de los órganos del aparato digestivo también sirven para el habla. Todos los movimientos con finalidad digestiva (lamer, morder, amasar, masticar, chupar, tragar...) se preparan al mismo tiempo para la función articulatoria.


Por tanto, facilitar estos movimientos y conseguir que se lleven a cabo de forma adecuada contribuye a establecer unas buenas condiciones, tanto funcionales como anatómicas, que pueden facilitar el proceso de aprendizaje de la articulación de los sonidos.

La lactancia materna, aparte de todos los aspectos emocionales que representa, estimula de forma más adecuada el movimiento de succión, puesto que hace trabajar más musculatura y de diferente manera que la succión de biberones.


También los cambios de alimentación deben ser llevados a cabo en el tiempo que toca y de forma adecuada.


Deben introducirse nuevos gustos y consistencias de forma gradual y progresiva: paso de líquidos a triturados, después a comidas sólidas aplastadas y después, con la aparición de la dentición, dar pequeños trocitos para que empiecen a mordisquear. Alrededor del año hay que introducir sólidos cortados en pequeños trocitos.



No es recomendable mantener la alimentación a base de triturados y/o papillas fuera de tiempo ya que esto no facilita el establecimiento correcto de los hábitos de la masticación y deglución.

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